Me despedí de todos y fui corriendo al parque. Llegué y no le encontraba por ningún sitio hasta que alguien me tapó los ojos.
-Jace, ¿eres tú? -dije intentando quitar sus manos de mis ojos. Él que me tapaba los ojos fue quitando sus manos de mi cara.
-¿Crees que yo soy Jace? -dijo esa voz que reconocía bastante bien aunque solo lo conocía del primer día de clases.
-¿Eric? No sabía que eras tú. -dije poniéndome un poco roja por su mirada penetrante.- Perdona pero estoy buscando a Jace para hacer un trabajo y no le encuentro. ¿Y tú que haces aquí?
-Estoy jugando con unos amigos al fútbol. Puedes quedarte a vernos si no encuentras a Jace -dijo señalando en la dirección dónde estaban sus amigos.
-Lo siento pero ya llego tarde y no quiero que se enfade por eso. -dije caminado en la dirección contraria dónde estaban sus amigos.
-¡Espera! Se dónde está Jace. Fue a la fuente cerca de las pistas de tenis -dijo cogiéndome la mano.
-Me lo podrías haber dicho antes. ¿Dónde está eso? -dije. Era la primera vez que iba a ese parque. Solté su mano con cuidado para que no supiera que me había molestado.
-Es más adelante de las pistas dónde están mis amigos. -dijo. Fuimos caminando sin decirnos nada. Me molestaba que la gente me mintiera sea lo que sea, aunque algunos piensen que es una tontería. Un chico rubio y bastante alto se acercó a nosotros.
-Eric te estamos esperando -dijo el chico sin mirarme. Era muy guapo y tenía los ojos azules.- Eh...¡Hola, soy Christian! -dijo dándome dos besos.
Les dije adiós y me fui en busca de Jace. Ya habían pasado treinta minutos desde que quedamos. Llegué a esa fuente y allí estaba Jace con una chica hablando y cogiendo su mano. Sentí que mi estómago se revolvía y que empezaba a sentir eso que en todas las parejas causan problemas. LOS CELOS. Ande despacio hasta ellos y me quedé parada cuando le empezaba ha hablar al oído. Jace se dió la vuelta y me miró la cara.
-¡Clary, espera! -dijo corriendo hacía mí. No me había dado cuenta que andaba hacia atrás y que caían lágrimas por mis mejillas.
Empecé a correr hasta llegar a un banco bastante lejos de dónde se encontraba la fuente y de Eric y sus amigos. Allí alguien se sentó a mi lado y al levantar la cara me encontré con un chico que no me acordaba de su nombre.
-¿Quién eres? -dije entre sollozos.
-Soy Jake. Te encontraste conmigo por los pasillos. -dijo y ya sabía quién era.- ¿Por qué lloras? Si no me lo quieres decir dejaré mi hombro para que llores hasta que te encuentres mejor. -dijo con una media sonrisa.
-No, te contaré que me pasa. -dije. Le relaté todo lo que me pasó cuando vi a Jace con una chica.
Él era como mi mejor amigo. Será que cuando no conoces a alguien es más facil sacar nuestros sentimientos sin problemas. También le conté que Jace me hacía estar siempre con una sonrisa y por eso creo que empezaba a enamorarme de él. Terminé de relatar mis problemas y de llorar.
-Gracias por escuchar mi historia -dije intentando sacar una sonrisa.
-Siempre que quieras hablar de un problema me puedes llamar. -dijo y me dió su número de móvil.
-Gracias. Creo que a partir de hoy te puedo considerar mi mejor amigo -dije con una sonrisa.
-Si, creo que yo también. Solo te voy ha hacer una pregunta, ¿cómo era esa chica? -dijo Jake.
-Era morena, más o menos de mi altura y creo que un año más pequeña que yo. -dije sin saber porqué me preguntó eso.
-No tienes que preocuparte por esa chica, es su hermana. -dijo.
-¿Su hermana? Me lo podías haber dicho antes. -dije dándole en el brazo con fuerza. Él empezó a reirse.
-¡Eh! Que eso duele. Bueno me voy. Será mejor que hables con él. -dijo dándome dos besos y se fue.
No se como pero de repente sentí que alguien había escuchado nuestra conversación. Me dí la vuelta...
