Capítulo 5

Todo cambia I

Me levanté temprano de la cama, me duché y fui a desayunar. Mi madre ya me estaba esperando como siempre sentada tomándose una taza de café.
- ¡Buenos días, mamá! -dije dándole un beso.

- ¿Qué te pasa hoy, cariño? -dijo. No os lo he dicho, pero yo por las mañana no hablo hasta que no desayuno.

- No me pasa nada. Solo que estoy feliz por tener amigos desde el primer día - dije con una sonrisa.

La verdad no se lo que me está pasando yo nunca me he sentido así de feliz desde que tenía cinco años cuando estaba con mi primo jugando al fútbol.Desayuné y me vestí con el uniforme del instituto. No se si dije que tenía uniforme pero por lo menos nadie te juzga con la ropa que llevas.
La parte de arriba es azul marino con una camisa blanca y luego una falda a cuadros de color azul también. Llegué a casa de mi primo y él no estaba en la puerta.¿Qué raro? Siempre me esperaba en la puerta. Llamé al telefonillo y nadie contestaba. Fui a la parada del autobús y estaba sentado en un banco cerca de la parada. Le tapé los ojos y le di un beso en la mejilla.
- ¿Quién soy? -dije.

- Clary no hace falta que hagas todo esto, ¿estás bien? -se giró,me quitó las manos de sus ojos y me miró con una ceja levantada.

- Tu también dices que me pasa algo. Solo estoy feliz.

- Ya pero hace mucho que no te veo sonreír. ¿ No será que te gusta alguien? -dijo con una sonrisa pícara.

- ¡Pero que dices! Y di me tu quien crees que me gusta -le mire con cara de espera.

- No se, dejame pensar, Jace -dijo y me miró a la cara. Yo estaba en estado de sock.- Clary -me pasó una mano por la cara y reaccioné.

- Estoy bien y ¿tu crees que me gusta Jace?

- Con la cara que has puesto, la verdad es que si.

- ¿Por qué has venido solo hasta la parada de autobús? -dije con curiosidad. Pero no me contestó ya que veniá el autobús.
Dentro de el autobús no me contesto asi que fuimos cada uno pensando en nuestras cosas. No se porque todo el mundo decía si estaba bien. ¿No puede una persona estar alegre cuando hace mucho que no estoy así?Pero mi primo tenía razón en lo de Jace. Él ha sido el por qué de mi felicidad. Llegamos al instituto y cada uno de los dos nos fuimos por un camino diferente. En el pasillo estaba Jace con los cascos puestos del i-pod. Le pasé la mano por la cara y se quitó los cascos. Me sonrió y me dió dos besos. ¿Este chico esta bien de la cabeza? Ayer ni un saludo y hoy me da dos besos.

-¿Qué tal estas? -dijo él con una sonrisa.

- Estoy muy feliz, pero mi primo no se lo que le pasa. ¿Tu no sabes nada?

- La verdad es que hoy he hablado con él por la mañana él siguió hablando pero yo estaba en mis pensamientos. Ahora ya entiendo por qué estaba solo en el banco, pero ¿dónde estaba él?. No creo que escuchara nada de nuestra conversación.- Clary ¿me estás escuchando? -dijo tocándome el brazo.

- Perdona, estaba pensando que si mi primo estaba solo y todavía no había llegado el autobús¿dónde estabas tu? -dije con curiosidad.

- Clary te estaba diciendo que hoy hemos hablado y ya somos otra vez amigos. Yo llegué en coche y no se si sabes que tengo 18 años.

-¿Tienes 18 años? -dije sorprendida. Si aparentaba menos.

- Si. Repetí el otro año.

- ¿Y como conociste a mi primo?

- Lo conocí por las clases de tenis.

Toca el timbre y todos entramos a clase. La primera hora fue muy aburrida y tenía unas ganas de que sonara el timbre. Cuando sonó Jace y yo fuimos juntos a la siguente clase y por el camino nos cruzamos con Dylan.

- Dylan, Jace me ha contado todo. ¿Estás bien? -dije preocupada. Llevaba unas horas con la misma cara de amargado.

- Es por...